Bárbara Palacios: voz y guitarra
Camilo Carabajal: percusión
Gabriel Rocca: guitarra y bajo
Juan Caballero: guitarra y voz
Leandro Bulacio: piano, bajo, hammond y coros
Semilla se forma en Buenos Aires durante la convulsión social de 2001. Inicia su actividad con presentaciones en peñas y espectáculos tanto en Capital como en el interior del país, y en marzo de 2004 graba su primer demo, producido por Gustavo Santaolalla y Osky Amante, en los estudios Del Arco de León Gieco.
La banda continúa con la realización de sus propias peñas alternativas y en 2004 graba un segundo demo, esta vez producido también por Pablo Romero y Eduardo Schmidt de Árbol. Un año después emprende la grabación de su primer disco bajo la producción conjunta de Santaolalla, Romero, Schmidt y Aníbal Kerpel, y en el 2007 lo edita a través del sello Seminal/Surco/Universal.A lo largo de los años comparte presentaciones con la familia Carabajal, Karamelo Santo, Árbol y Raly Barrionuevo, y se presenta en escenarios diversos como el auditorio de Radio Nacional, la Buenos Aires Feria Internacional de Música 2007 (BAFIM) y el Festival Música de Provincias.
Por la frescura de su propuesta y la originalidad de su búsqueda Semilla es apreciada desde su nacimiento por la prensa (Página12, Suplemento NO; La Nación, Crónica, Diario Popular, Clarín, Hecho en Buenos Aires, Rolling Stone, Trace Magazine) y llega a ser nominada Banda Revelación 2007 por los premios Clarín. En la actualidad atrae a público de rock y de folclore con los festivales alternativos que organiza y con la peña acústica de los domingos que se ha consolidado en La Catedral (Buenos Aires).
La banda continúa con la realización de sus propias peñas alternativas y en 2004 graba un segundo demo, esta vez producido también por Pablo Romero y Eduardo Schmidt de Árbol. Un año después emprende la grabación de su primer disco bajo la producción conjunta de Santaolalla, Romero, Schmidt y Aníbal Kerpel, y en el 2007 lo edita a través del sello Seminal/Surco/Universal.A lo largo de los años comparte presentaciones con la familia Carabajal, Karamelo Santo, Árbol y Raly Barrionuevo, y se presenta en escenarios diversos como el auditorio de Radio Nacional, la Buenos Aires Feria Internacional de Música 2007 (BAFIM) y el Festival Música de Provincias.
Por la frescura de su propuesta y la originalidad de su búsqueda Semilla es apreciada desde su nacimiento por la prensa (Página12, Suplemento NO; La Nación, Crónica, Diario Popular, Clarín, Hecho en Buenos Aires, Rolling Stone, Trace Magazine) y llega a ser nominada Banda Revelación 2007 por los premios Clarín. En la actualidad atrae a público de rock y de folclore con los festivales alternativos que organiza y con la peña acústica de los domingos que se ha consolidado en La Catedral (Buenos Aires).
El disco debut (entra al link y podes ver las letras de las canciones) fue grabado en Estudios Panda y Estudios ION y masterizado en Los Angeles. Pero sin dudas que el mayor impulso lo lograron gracias a la producción de Gustavo Santaolalla y la coproducción de Pablo Romero y Eduardo Schmidt.
Pogo de chacarera
Después de escuchar el primer tema del disco nada será lo mismo para alguien que escucha Los Manseros Santiagueños o para un pibe que escucha Arctic Monkeys. El primer disco de Semilla está un paso adelante y no es casualidad que Santaolalla se haya puesto a sus órdenes cuando escuchó su demo. El quinteto se atreve a borrar los límites entre los códigos generacionales del rock y el auténtico pulso santiagueño de la chacarera.
Batería y bombo legüero, teclados Hammond y piano a la Adolfo Abalos, guitarras eléctricas y punteos de chacareras, cortes rockeros y riffs de guitarras acústicas forman parte de la fórmula de este grupo conformado por un santiagueño, heredero de un apellido tradicional como Carabajal, y un grupo de compañeros que crecieron en el rock y sorprenden con estas doce canciones nuevas, entre vidalas pop y chacareras feroces y bailables, donde resuena Led Zeppelin y Sixto Palavecino, al mismo tiempo.
Entre la distorsión de las guitarras y el sonido acústico del bombo legüero, la frescura vocal de sus dos cantantes, y la presencia de los teclados Hammond, Semilla parece la nueva aplanadora del folklore.
Critica del Disco Por Gabriel Plaza Fuente: Diario La NaciónDespués de escuchar el primer tema del disco nada será lo mismo para alguien que escucha Los Manseros Santiagueños o para un pibe que escucha Arctic Monkeys. El primer disco de Semilla está un paso adelante y no es casualidad que Santaolalla se haya puesto a sus órdenes cuando escuchó su demo. El quinteto se atreve a borrar los límites entre los códigos generacionales del rock y el auténtico pulso santiagueño de la chacarera.
Batería y bombo legüero, teclados Hammond y piano a la Adolfo Abalos, guitarras eléctricas y punteos de chacareras, cortes rockeros y riffs de guitarras acústicas forman parte de la fórmula de este grupo conformado por un santiagueño, heredero de un apellido tradicional como Carabajal, y un grupo de compañeros que crecieron en el rock y sorprenden con estas doce canciones nuevas, entre vidalas pop y chacareras feroces y bailables, donde resuena Led Zeppelin y Sixto Palavecino, al mismo tiempo.
Entre la distorsión de las guitarras y el sonido acústico del bombo legüero, la frescura vocal de sus dos cantantes, y la presencia de los teclados Hammond, Semilla parece la nueva aplanadora del folklore.
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