ÉXITO. Con un lleno total, culminó la XVII edición del festival bandeño.Mario Álvarez Quiroga, el Dúo Suárez Palomo y Raly Barrionuevo brillaron en la última noche del festival. Miles de almas siguieron de pie la actuación del cantante salteño.
Como si hubiese estado en el lugar más místico e impenetrable del monte santiagueño el Súpay salió a recorrer el club Atlético Sarmiento para cerrar las puertas del Festival Nacional de La Salamanca 2008 y concluir su tarea, sin embargo su lugar fue tomado por Jorge Rojas quien se adueñó de la noche.
Faltaban sólo tres minutos para que sean las 22 del domingo y los fuegos artificiales anunciaban que era el principio del final del encuentro cultural más importante del norte argentino, ya que el escenario Jacinto Piedra se preparaba para recibir a importantes figuras del canto popular, coronando de esta manera una edición inolvidable para los amantes del folclore.
El fuego salamanquero que se había encendido el pasado jueves 31, fue avivado por Oscar Vázquez “El Trovador” quien tuvo a su cargo la apertura junto al grupo La Kapada. Para ese entonces ya se presagiaba un lleno total ya que era permanente el ingreso del público que llegaba a disfrutar del espectáculo.
Beto Mansilla y La Greda, Manuel Ruiz, Marito Coria con sus chamamés, Los Bandeños y el ballet El Fortín también tuvieron su espacio y fueron muy aplaudidos por los presentes.
Mario Álvarez Quiroga fue recibido muy efusivamente y durante su actuación el público pudo disfrutar de la exquisitez de sus temas que le hablan al amor y a su tierra, y como era de suponer sus seguidores pidieron que interprete Penas y alegrías de amor, sin embargo el músico manifestó: “No, prefiero que sea mi hermano Jorge Rojas quien lo cante” y continuó con su espectáculo.
La figura
Sin duda alguna el momento más esperado de la noche fue la presentación de Jorge Rojas quien fue el impulsor de gritos desaforados de sus fanáticas cuando inició la interpretación de Alas de libertad cuando el reloj marcaba que faltaban sólo diez minutos para la una de la mañana.
“Que impresionante es todo esto, qué festival hermoso, la verdad que para mí es un honor que me permitan venir a cantarles y les agradezco el apoyo que les brindan a los encuentros populares”, fueron las primeras palabras que cruzó el músico salteño con el público que ya había colmado las instalaciones del club bandeño.
La parte emotiva fue cuando interpretó “Las manos de mi madre” y la invitación a subir al escenario a Mario Álvarez Quiroga para cantar juntos “Penas y alegrías de amor”, la canción que más ama el país, según lo expuesto por Rojas. Pero el encuentro de estos dos grandes no finalizó allí, sino que le rindieron un homenaje al Chango Nieto cantando a dúo La otumpeña.
El zapateo de los Rojas no estuvo ausente en la cuarta noche salamanquera, el primer repique estuvo a cargo de Alfredo, lo siguió Lucio y el trío se completo con la participación de Jorge.
Luego de la demostración del zapateo, Jorge Rojas comentó: “Me dicen los changos que venga y hable un rato para que no se les note la ‘agitada”. La complicidad del público que a esa altura se había rendido a sus pies hizo que realizara movimientos sensuales a pedido de las chicas a quienes llamó caprichosas.
Las chacareras, baladas, sayas, carnavalitos se iban sumando a un show que parecía no iba a tener un final, porque tanto el músico como el público lo disfrutaban minuto a minuto. Sin embargo, Rojas dijo adiós, pero la ovación del público hizo que regresara para interpretar sus grandes éxitos para coronar una actuación inolvidable. La voz privilegiada, la simpatía y su afición por la danza hicieron que se ganara la primera gran ovación de la noche y que por segundo año consecutivo se convirtiera en el artista de mayor convocatoria en La Salamanca.
Los que brillaron en la noche del final
Posteriormente al aluvión provocado por Jorge Rojas, los conductores presentaron al ya consagrado Dúo Suárez Palomo, lo que puso el toque emotivo de la noche, ya que Pedro Palomo se presentó convaleciente luego de haber soportado un complicado problema de salud, pero no quería faltar a esta cita. Brindaron lo mejor de sí con la interpretación de gatos, zambas, chacareras y vidalas respetando un estilo bien tradicional, por supuesto el público acompañó la propuesta.
El humor también estuvo presente de la mano del Tanque Rojas, quien dio el puntapié para la presentación de Raly Barrionuevo quien como cada año vino a renovar su amor con el público bandeño.
Como era de esperar su espectáculo incluyó temas de su amplio repertorio ampliamente conocido por el público quien lo acompañó interpretando cada uno de ellos. También tuvo como invitados a Franco Ramírez, Marcelo Véliz y el Quintetito con quienes interpretó guarachas y les brindó un espacio a representantes de Abuelas de Plaza de Mayo que se encontraban presentes.
Fue la segunda ovación de la noche, la gente pedía más temas y el friense los complacía sin ocultar su satisfacción de saberse triunfante en este nueva edición del festival.
La madrugada del lunes continuó con la actuación de Natalia Stefany y Pablo y Jorge Luis Carabajal.
Comenzaba a amanecer y la magia se iba agotando, el Súpay sabía que había cumplido su misión en las últimas cuatro noches y decidió cerrar las puertas de La Salamanca hasta el 2009, esperando un éxito similar.-
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